Por los motivos cósmicos que sean, se te asignan ciertas almas específicas. Tú eres kármicamente responsable de darles a esas almas un cuerpo físico. (La única excepción es cuando tu vida esté en peligro por el embarazo.)
Pero es posible que tú no tengas la responsabilidad kármica de criar a ese niño. La adopción es una alternativa responsable.
Muchas veces, cuando el embarazo no es planeado, la mujer no puede encargarse del niño. Tal vez seas soltera, o tengas una mala relación con el padre de la criatura, o todavía estés en la escuela y no quieres tener un hijo, o tu bebé tiene anormalidades físicas o mentales severas y tú no puedes enfrentarte a ellas.
De hecho, es posible que sólo seas responsable de darle un cuerpo físico al alma y de encontrarle padres adoptivos. Las personas que deben criar al niño tienen un karma distinto con el alma. Es probable que su karma requiera que ellos cuiden y eduquen al niño y lo guíen hacia la edad adulta. Es por eso que es tan importante que consideres la adopción si te enfrentas a un embarazo no planeado.
Una vez que entiendas la reencarnación y el karma, no tendrás por qué sentirte culpable de dar a tu bebé en adopción. De hecho, puedes sentirte orgullosa de que tuviste una responsabilidad que cumplir y que lo hiciste bien.